Escribo este recuerdo del Dr. Juan de Dios Vial Correa en una tranquila tarde transcurrida en la biblioteca del Monasterio de la Santísima Trinidad de Las Condes. A pesar de que en los últimos cinco años lo visité regularmente en su casa, ningún lugar como esta abadía trae a mi memoria su figura.

El doctor Juan de Dios Vial fue un científico y un intelectual destacado cuyas contribuciones a la creación de nuevo conocimiento y a la vida de las universidades chilenas fue fundamental en la segunda mitad del siglo XX.

Frente a sus numerosos cargos y reconocimientos resaltaba su interacción sencilla y cercana con sus alumnos y colaboradores. La conversación fluía cordial, sencilla y grata, aunque pronto se descubría el rigor en las expresiones, la selección cuidadosa de sus palabras y recuerdos. Su raciocinio era impecable.

Escribo esta reseña movido por sentimientos de honda gratitud y admiración hacia un hombre al que conocí durante más de 50 años. Esto me permitió preguntarle acerca de su vida, mientras, junto a su esposa, mirábamos el Parque Forestal, y una terraza con cardenales, cartuchos y un fragante ilán-ilán.

“El aislamiento ha mostrado la debilidad intrínseca -como recordaba Tocqueville- del individuo: la dificultad de vivir con lo mínimo (...) y la falta de fortaleza espiritual que se prueba en los tiempos adversos."

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