Con motivo de su reconocimiento con el grado de Doctor Scientiae et Honoris Causa, recopilamos la obra que este excepcional pensador ha plasmado en Humanitas.

Las páginas de Humanitas han sido a lo largo de toda su historia nutridas por la extensa obra del profesor Pedro Morandé, uno de sus fundadores y, tal vez, el primer o único intelectual que ha alcanzado tan alto nivel en su generación dentro de Latinoamérica.

Hoy recordamos la admiración que merece el autor compartiendo con nuestros lectores lo plasmado por él en Humanitas, mucho de lo cual fue rescatado en tres libros que fueron editados recientemente por Ediciones UC y que recopilan su obra: Pedro Morandé: textos sociológicos escogidos (2017), Pedro Morandé: textos escogidos de antropología cristiana (2017) y Pedro Morandé: escritos sobre Universidad (2018).

Su pensamiento se ha caracterizado por un profundo diálogo con la doctrina cristiana –destacándose la constitución pastoral Gaudium et spes y la primera encíclica de Juan Pablo II, Redemptor hominis- y con los documentos que han emanado de las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano; a su vez que ha girado en torno a sus grandes preocupaciones: la cultura, la antropología, la teoría y filosofía social, la familia, la religión y la universidad.

Entre todas sus preocupaciones, la cultura sin duda ocupa el lugar más destacado, piedra viva de nuestro peregrinaje. Y su obra la centra en una cultura específica, la cultura latinoamericana, como síntesis que se simboliza en la figura del mestizo y de su madre, la Virgen María, pilar sobre el cual se ha fundamentado nuestra cohesión social. En su primer artículo en Humanitas, en el primer número que se publicó, quedan plasmadas las preocupaciones que continuará desarrollando a lo largo de 20 años.

Todos los temas que aquí ha tratado, han sido tocados en alguna medida por una pregunta fundamental, la pregunta por el sentido. La capacidad de otorgarle sentido al mundo es la facultad originaria de la razón humana y la pregunta por el sentido resulta ineludible para todo aquel, creyente o no, que le interese pensar sobre su propia existencia terrena. La obligatoriedad de esta pregunta la supo expresar bellamente Martin Heidegger, pensador que influyó enormemente en la obra intelectual de Morandé y cuya frase fue citada por Carlos Peña en un homenaje al autor al publicarse su primera recopilación de escritos.

“Cuando el tiempo solo sea rapidez, instantaneidad y simultaneidad, mientras que lo temporal, entendido como acontecer histórico, haya desaparecido de la existencia de todos los pueblos, entonces, justamente entonces, volverán a atravesar todo este aquelarre como fantasmas las preguntas: ¿para qué?, ¿hacia dónde?, ¿y después qué?”

Cabe destacar que una obra de esta hondura no sería posible sin una vida inmersa en aquello que proclama: un profundo sentido de fe, una preciosa mirada sobre la dignidad humana y una prioridad intelectual por la búsqueda de la verdad que deviene en sabiduría.

Su trayectoria y su aporte fue homenajeado hoy viernes 26 de julio en la Pontificia Universidad Católica de Chile donde se le otorgó el grado de Doctor Scientiae et Honoris Causa. Este reconocimiento se le suma al Premio Carlos Casanueva que recibió el año 2015, que se otorga anualmente a la trayectoria académica de un profesor especialmente destacado, y a la entrega de la condición de profesor Emérito en el año 2017 de parte de la Facultad de Ciencias Sociales de la universidad donde fue profesor durante 45 años, además de decano y prorrector.

Su aporte como autor, pero especialmente como profesor, ha sido una invitación al desarrollo de nuestra propia libertad interior y un testimonio de veracidad y humildad de parte de quien ha mostrado siempre la capacidad de admirarse de todo.

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