- Detalles
- Hugo Montes Brunet
Si iba a cumplir en mi vida lo que le oí en cierta ocasión a un hombre muy sabio: Las vocaciones se reconocen por la paz que dejan en el corazón. Como abogado, aunque hubiese ganado dinero y adquirido prestigio, no habría tenido serenidad. Habría vivido, por el contrario, en profunda desazón y asomándome siempre a otros horizontes vocacionales.