De los padres del primer milenio al Vaticano II

Conferencia pronunciada por S.E Mons. Dominique Mamberti, Secretario para las Relaciones con los Estados, en la Pontificia Universidad Cátolica de Chile (Santiago, 12 de diciembre de 2011).

Antes de fundar la ciudad, Pedro de Valdivia y sus conquistadores sabían que las iglesias y ermitas serían signos de la presencia de Dios en el Santiago del Nuevo Extremo. La veneración de sus imágenes religiosas y su temprana creación como diócesis así lo demuestran.

Las primeras órdenes religiosas –mercedarios, franciscanos, dominicos, agustinos– instalaron sus iglesias en los límites de la entonces pequeña población. Muy pronto quedaron incorporadas a la visión urbana de la ciudad, caracterizándose por sus innumerables y bellas torres y campanarios.

En la actualidad, sumidos entre las grandes alturas, son sus imponentes fachadas las que nos hablan de Dios y de su Madre, del culto y del trabajo de tantas generaciones por hacer de esta tierra «una fértil provincia del cielo».


TEMPLO CATEDRAL
Plaza de Armas de Santiago

La Iglesia Catedral de Santiago se constituye como institución en 1561 cuando el Papa Pío IV funda el obispado. Gracias al entonces gobernador García Hurtado de Mendoza comienza su construcción en 1566. Su primera fachada daba a la calle Catedral y la puerta lateral, llamada del “perdón”, daba hacia la Plaza de Armas. A raíz del terremoto de 1647 hubo que recomenzar su construcción, esta vez en piedra labrada. En 1730 otro terremoto afectó la construcción de la Iglesia, lo que se aprovechó para cambiar la orientación del Templo de oriente a poniente. El proyecto correspondió a Matías Vázquez de Acuña y fue terminado por el arquitecto italiano Joaquín Toesca. Sin embargo, la fachada y aspecto interior que hoy vemos corresponde al interés del arzobispo Mariano Casanova de darle un aspecto contemporáneo, trabajo realizado por al arquitecto italiano Ignacio Cremonesi entre 1898-1906.


PARROQUIA DEL SAGRARIO  SANTUARIO NACIONAL DEL CARMEN
Plaza de Armas de Santiago

La primera parroquia de Chile nace en el momento mismo de la fundación y trazado de la ciudad de Santiago del Nuevo Extremo. Pedro de Valdivia le asignó dos solares en el costado poniente de la plaza que albergarían la Iglesia y el Cementerio. Era una humilde construcción de adobe y paja, dependiente del obispado del Cuzco. Con la creación del obispado de Santiago en 1561, la parroquia pasó a depender de éste. A fines del siglo XVIII, Joaquín Toesca al desarrollar la actual Catedral Metropolitana, colocó la capilla del Sagrario en el muro sur, sobre el antiguo cementerio de la ciudad. Posteriormente Eusebio Chelli terminó la construcción de la Iglesia (a principios de la segunda mitad del siglo XIX. Las últimas investigaciones han demostrado que el aspecto actual también corresponde a la intervención del arquiTecto Ignacio Cremonesi.

Desde 2007 sigue siendo la Parroquia del centro de Santiago y además es Santuario Nacional de Nuestra Señora del Carmen, quien fuera proclamada patrona de Chile por el Papa Pío XI.


BASÍLICA DE LA MERCED
Calle Merced

Los primeros mercedarios llegados a Chile fueron los capellanes del ejército que acompañaba al conquistador Pedro de Valdivia.

En 1561, después de varias vicisitudes, construyeron su convento en la actual ubicación. Su primera iglesia fue financiada por el gobernador Rodrigo de Quiroga. Tras sucesivos terremotos se construyó la actual.

En 1898 el arquitecto suizo Eduardo Inserin, con la colaboración del paisajista Onofre Jarpa, lleva a cabo una total transformación del interior, incorporándose importantes obras de arte, siendo la más destacada la imagen de la Virgen de Las Mercedes, traída desde el Cuzco por los conquistadores a Chile.

En 1922 el Papa Pío XI le concedió al templo de La Merced el título de Basílica menor.


IGLESIA Y CONVENTO DE SAN FRANCISCO
Calle Alameda

Su origen se remonta al cumplimiento del voto de Pedro de Valdivia de construirle en un “paraje lejano y peligroso” una ermita para el culto de Nuestra Señora del Socorro, imagen traída por él desde el Perú. Sin embargo fue la orden franciscana la encargada de conservar la imagen en su histórico templo cuya construcción comienza en 1586 a cargo del monje franciscano Fray Antonio. Varios siglos duró la construcción total del conjunto religioso. Con el gran terremoto de mayo de 1647 se derrumbó la parte superior de la torre levantada a fines del siglo XVI. Sólo en 1857 el arquitecto Fermín Vivaceta proyectó y construyó la actual torre de madera sobre los históricos y originales muros de madera.

El convento estuvo formado por dos patios principales y siete menores, y sus muros conventuales rodeados por un huerto que se extendía hasta la calle San Diego. En la actualidad el convento, reducido a un gran patio claustral, alberga el Museo de San Francisco con la colección pictórica de cuadros que representan escenas de la vida del santo atribuidos a los pintores cuzqueños Juan Zapaca Inca y Basilio Santa Cruz (s. XVII).


IGLESIA DE SAN AGUSTÍN
Calle Estado

La orden de San Agustín llega a Chile en 1595, cuando ya se habían establecido otras congregaciones. Para respetar las normas de distanciamiento entre los conventos, se estableció en dos solares que daban a la calle Moneda. Los primeros dos templos se construyeron en las actuales esquinas de Moneda y San Antonio, pero resultaron destruidos por inundaciones e incendios. La nueva construcción, de tres naves, se inició en 1608 en la calle Agustinas esquina de la calle del Rey, principal arteria de la ciudad en ese entonces. Con el terremoto de 1647 se destruye completamente, quedando sólo el famoso “Cristo de la Agonía, o Cristo de Mayo”, intacto. Con él se inauguran las procesiones del Señor de los Temblores, cada 13 de mayo. Varios años después, en 1665, se inicia la reconstrucción, a manos de Juan Lepe, albañil, arquitecto y constructor. El altar mayor fue realizado por Bernardo Godoy. Para la guerra de la independencia, Bernardo O´Higgins instala en el convento el Cuartel y Escuela Militar.

En 1849 comienza la transformación del templo a cargo de Fermín Vivaceta, de sólo 20 años de edad: talla el púlpito de la iglesia, diseña la puerta principal y un nuevo frontis de seis columnas y dos torres de madera. Con posterioridad la iglesia ha sido restaurada en numerosas ocasiones.


IGLESIA Y CONVENTO DE SANTO DOMINGO
Calle Santo Domingo

Después de los mercedarios y de los franciscanos, la Orden Dominica es la tercera en establecerse en Chile, en el año 1557. Como tantas construcciones en Santiago con el terremoto de 1647 se destruyen las primeras obras correspondientes al convento y al templo de la Orden de Santo Domingo. El cuarto y último, que es el actual, se construyó a partir de 1747. La iglesia se realiza con piedras traídas del cerro Blanco, propiedad de la orden en aquel entonces. En 1963 un enorme incendio afectó al templo destruyendo completamente su interior, a pesar de lo cual sin embargo aún podemos apreciar la calidad de sus muros de piedras y la majestuosidad de sus proporciones espaciales. Una importante colección de imágenes religiosas decora la fachada principal de la iglesia y en el interior es la imagen de Nuestra Señora del Rosario la que preside el retablo mayor.

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