Saluda con afecto a los participantes en el Curso de Extensión Universitaria “Persona, cultura y sociedad en el Magisterio de Juan Pablo II”, que se inicia en Santiago con la conferencia de Mons. Antonio Moreno, Arzobispo de Concepción, organizado por la Pontificia Universidad Católica de Chile para estudiar y profundizar las enseñanzas antropológicas del magisterio pontificio en relación a los grandes retos y desafíos de la humanidad ante el Tercer milenio.

El Santo Padre recuerda que el camino primero y fundamental de la Iglesia es el hombre en toda la verdad de su vida, en su conciencia, en su continua inclinación al pecado y, a la vez, en su continua aspiración a la verdad, al bien, a la belleza, a la justicia y al amor (cf. Enc. Redempotor hominis, 14). Por ello, la Iglesia en las diversas épocas, y particularmente en el momento presente, dirige su mirada al hombre concreto, orientando la conciencia y la experiencia de toda la humanidad hacia el misterio de Cristo, palabra definitiva de Dios sobre el hombre y sobre la historia, en quien convergen los anhelos de todos los pueblos, religiones y culturas, siendo su única y definitiva culminación (cf. Carta ap. Tertio millennio adveniente, 6).

Al invocar por mediación de la Virgen María, Sede de la Sabiduría, la luz del Espíritu Santo sobre los trabajos de este Curso, el Sumo Pontífice imparte complacido a sus organizaciones y participantes la implorada Bendición Apostólica.

Cardenal Angelo Sodano

Secretario de Estado de Su Santidad

Últimas Publicaciones

El sacerdote sirio Fadi Najjar visitó Chile para dar a conocer la dura realidad que vive su comunidad en Alepo: una ciudad marcada por catorce años de guerra, por la pobreza que afecta al 90% de la población y por la incertidumbre política que aún impide la reconstrucción. Conmovido, pidió a los chilenos no olvidar a Siria y sostener con oración y ayuda a quienes hoy luchan por sobrevivir, en una visita organizada por la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN).
Ha concluido el primer viaje apostólico del Papa León, que lo llevó a un destino establecido por su predecesor. Se trató de una peregrinación ecuménica a Turquía, para conmemorar los 1700 años del Primer Concilio de Nicea; y al Líbano, y así honrar una promesa hecha por el propio Francisco, la que no pudo cumplir por la guerra en Medio Oriente y su enfermedad.
Los manuales de historia de la teología tienden a presentar el desarrollo de las controversias del siglo IV y del Concilio de Nicea como una historia sin matices, en blanco y negro, con ciertos visos legendarios. Volviendo a las fuentes contemporáneas, el autor presenta las posturas en juego, los hechos que lo precedieron y la discusión que ahí se desarrolló. Nicea fue un hito central en la historia de la Iglesia, pues nos permitió afirmar no solo la divinidad del Hijo, sino también el mismo rostro del Padre que Jesús había revelado a sus discípulos. Humanitas 2025, CXI, págs. 370 - 385
Revistas
Cuadernos
Reseñas
Suscripción
Palabra del Papa
Diario Financiero