En el marco del VI Seminario de Comunicaciones de Iglesia, titulado “Escucha y comunicación en la era digital”, el rector otorga un marco para abordar este necesario tema. Organizado por la Universidad Católica junto a la Conferencia Episcopal de Chile, contó con la colaboración de DUOC UC y la Universidad de los Andes, además del apoyo de Pastoral UC. Relevante fue la ponencia de monseñor Lucio Adrián Ruiz, secretario del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede, quien se refirió a la necesidad de construir una verdadera pastoral digital.

Foto de portada: VI Seminario Comunicaciones de Iglesia. ©Karina Fuenzalida, UC

Humanitas 2024, CVII, págs. 93 - 95

Con una oración presidida por monseñor René Rebolledo, arzobispo de La Serena y presidente de la Conferencia Episcopal de Chile (CECH), y con las palabras de bienvenida del rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Ignacio Sánchez, comenzó el VI Seminario de Comunicaciones de Iglesia organizado por ambas instituciones, que en esta edición abordó el tema: “Escucha y comunicación en la era digital”.

“Estamos llamados a ser custodios de la verdad, narradores de la esperanza y promotores de la cultura del encuentro”, exhortó el rector ante más de 250 comunicadores católicos de Chile y de otros países (ver recuadro):

La comunicación en el contexto de nuestra fe no es simplemente un acto de transmisión de información. Es una manifestación de la verdad, es una herramienta muy poderosa para construir comunidad: en la universidad y en nuestro país. En un mundo cada vez más conectado, pero a menudo muy fragmentado, nuestra tarea como comunicadores católicos es ser puente de encuentro, de diálogo y también de reconciliación.

Pastoral digital

Por su parte, monseñor Lucio Adrián Ruiz, secretario del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede, presentó la conferencia inaugural titulada “La Iglesia en la Cultura Digital: un desafío misionero”. En su ponencia resaltó:

Teniendo en cuenta que el 68% de la población mundial se encuentra sumergido en la cultura digital, 5.440 millones de personas utilizan teléfonos móviles, con 160 millones de nuevos usuarios solo en los últimos 12 meses. Y considerando que todos estamos involucrados en sus dinámicas de alguna manera, es evidente que este nuevo entorno social y existencial se convierte en una cuestión de y para toda la Iglesia, no solo de un grupo, movimiento o institución.

Monseñor indicó que esto presenta desafíos, dada la vertiginosidad de los cambios, con la urgencia de responder a esta realidad:

Para esto es esencial modificar nuestro pensamiento, tener un cambio de perspectiva. Tenemos que pasar nuestra manera de concebir la comunicación desde la tecnología y la técnica hacia el kerigma. ¿Por qué? Porque la comunicación es la esencia de la actividad de la Iglesia. La Iglesia nace de un acto comunicativo de Dios, y el mandato que recibe es comunicativo. ¡Vayan! ¡Vayan a anunciar el Evangelio!

El obispo le preguntó a la audiencia: “¿Por qué todavía en la Iglesia no terminamos de reconocer y asumir a la cultura digital como un espacio de evangelización y de misión? Este fenómeno se debe a que todavía no se ha superado esa visión instrumental de lo digital”.

¿Por qué todavía en la Iglesia no terminamos de reconocer y asumir a la cultura digital como un espacio de evangelización y de misión? Este fenómeno se debe a que todavía no se ha superado esa visión instrumental de lo digital”.

Explicó que si bien los instrumentos digitales son muy relevantes para difundir y repetir el magisterio, lo más importante es habitar la cultura digital:

Es necesario pasar de instrumento a cultura, porque el instrumento se usa, la cultura se habita. El instrumento sirve para uno mismo, la cultura se comparte con los demás. El instrumento mira al objeto, la cultura entiende de espacio y de tiempo. El instrumento se utiliza. La cultura se evangeliza. Mientras en la Iglesia no hagamos este pasaje de instrumento a cultura, no podremos hacer una verdadera pastoral para la era digital.

Rol social de los jóvenes

Representando al mundo juvenil, se contó con el testimonio de Ángela Parra, directora de la Pastoral UC, quien expresó que los jóvenes están muy interesados en el servicio:

Conocer este rol social o esta misión social del joven es muy importante para poder entender la forma en la que se construye una mejor sociedad y una mejor Iglesia. Es decir, cómo podemos sacarnos este sombrero de que los jóvenes están tristes, que los jóvenes tienen depresión, que los jóvenes tienen ansiedad, que los jóvenes hoy día no quieren nada, para pasar a una visión muchísimo más optimista de los jóvenes. (…)

Creo que los jóvenes de hoy estamos en la búsqueda constante de hacer algo que a través del servicio nos entregue sentido. Más allá de estas respuestas grandes o rimbombantes que nos da la Iglesia, que son muy buenas y por eso yo también soy una fiel creyente y católica, creo que el joven común y corriente, que no necesariamente cree en Dios, lo que sí está buscando es servir. Lo que sí está buscando es ser útil para otros.

Proyectos transformadores en la Iglesia católica

Dentro del seminario se presentaron iniciativas que cumplen un importante rol en las comunicaciones. Algunos de ellos son:

  • Amén +: una aplicación que entrega diariamente el texto del evangelio diario junto a una breve reflexión de tres minutos hecha por sacerdotes provenientes de distintos carismas de la Iglesia. Mediante esto, da la oportunidad de conocer a Jesús y su mensaje, de encontrarse con Él a cualquier hora y en cualquier lugar, usando la tecnología que siempre tenemos a mano: el teléfono. En la actualidad está conformado por una comunidad de más de 9.000 usuarios.
  • Revista Diálogos: es una publicación digital de la Pastoral UC que contiene investigaciones académicas y de estudiantes. Nació en 2011 como respuesta al llamado de Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI a buscar nuevos métodos, lenguajes y expresiones de evangelización para transmitir, de acuerdo con la cultura de nuestro tiempo, las razones de nuestra esperanza. Todo el contenido de la revista refleja un diálogo entre la fe y la razón. En 2021, junto con la celebración de los diez años de la revista, se lanzó su sitio web, el cual contiene todas las ediciones en papel y contenido exclusivo de columnas de opinión y reseñas de películas y libros. Posee 19 ediciones impresas, con un tiraje de 1.000 ejemplares cada una.
  • Aute: es un proyecto de evangelización católico-español, cuyo fin es ser un puente universal entre los jóvenes y la Iglesia. Por medio de su aplicación WayUpp ofrece información sobre la Iglesia católica en España para que los jóvenes encuentren lugares dónde vivir la fe en comunidad, compartiendo el mensaje de Cristo y dar respuesta al vacío que se experimenta en la sociedad actual.
  • Razón en Cristo (REC): es un proyecto que lleva diez años transmitiendo valores cristianos por medio de testimonios cotidianos, grabados en distintos formatos, charlas y pódcast, para ser difundidos a través de las redes sociales. De esta manera despierta a las personas, por medio de testimonios de aquellos que cambian el mundo, con el fin de inspirar a miles a transformar la sociedad. Posee más de 10.000 seguidores en Instagram, 233 charlas publicadas, 12.800 suscriptores en YouTube y 1.500.000 visualizaciones en YouTube. Es un proyecto de la Pastoral UC.

Todo el contenido del Seminario está disponible en el canal de YouTube de la Pontificia Universidad Católica.


 Iglesia y las comunicaciones.

Por Ignacio Sánchez D.

Hemos realizado el VI Seminario de Comunicaciones de la Iglesia, titulado “Escucha y comunicación en la era digital”. Nos reunimos en la universidad en una tarea conjunta con la Conferencia Episcopal y con el apoyo de DUOC UC y de la Universidad de los Andes. Este es un espacio donde la fe y el conocimiento se entrelazan para promover un diálogo fecundo y transformador. Es necesario agradecer a todos quienes han colaborado en la organización y participado como conferencistas, panelistas, moderadores y a todos los asistentes al encuentro. El compromiso y la dedicación demostrados colaboran de manera importante a la misión de la Iglesia. Esta labor que realizan los comunicadores, hombres y mujeres dedicados a esta tarea, es vital para llevar el mensaje del Evangelio a todos los rincones de nuestro país utilizando las herramientas de la comunicación moderna para conectar, inspirar y educar.

En esta tarea, una universidad aliada y clave ha sido durante todos estos años la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, en Roma. En esta oportunidad, nos visitó monseñor Lucio Adrián Ruiz, profesor en la Facultad de Comunicaciones y secretario del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede. Su aporte ha sido muy importante para poder conocer la mejor interacción entre los desafíos de comunicación de la Iglesia y las nuevas tecnologías, el rol de las redes sociales, el aporte de la reflexión, la ética y las humanidades. Y de manera especial, se generaron debates con una mirada de futuro.

La comunicación en el contexto de nuestra fe no es simplemente un acto de transmisión de información. Es una manifestación de la verdad y una herramienta poderosa para construir comunidad. En un mundo cada vez más conectado, pero a menudo fragmentado, nuestra tarea como comunicadores católicos es poder ser puentes de encuentro, de diálogo y de reconciliación. El Papa Francisco nos recuerda constantemente la importancia de la comunicación en la evangelización. Él nos dice que debemos ser audaces y creativos, buscando siempre nuevas formas de llegar a las personas, especialmente a aquellos que están en las periferias existenciales de nuestra sociedad. Su exhortación ha resonado con especial fuerza en este seminario, donde nos proponemos explorar y debatir las mejores prácticas, las innovaciones y los desafíos que enfrentamos en el ámbito de la comunicación eclesial.

Nuestra universidad, fiel a su identidad y misión, se ha comprometido con el desarrollo integral de la persona humana basado en los principios del Evangelio. Nuestra identidad católica no solo es un sello distintivo, sino que es el corazón de nuestra misión educativa. Nos esforzamos por ser un faro de luz y de verdad, promoviendo una educación que fomente el pensamiento crítico, la solidaridad y el compromiso con el bien común, abriendo espacios para el diálogo entre fe y razón. En nuestro Plan de Desarrollo 2020-2025 reafirmamos nuestra identidad católica como una fuente de inspiración y guía para todas nuestras acciones. Nos comprometemos a ser una universidad que no solo imparte conocimientos, sino que también forma corazones y mentes comprometidos con la justicia, la paz y el respeto a la dignidad humana. Este compromiso se refleja en cada una de nuestras iniciativas, incluyendo este seminario que busca fortalecer las capacidades de comunicación de la Iglesia para hacer frente a los desafíos contemporáneos.

El Papa Francisco nos recuerda constantemente la importancia de la comunicación en la evangelización. Él nos dice que debemos ser audaces y creativos, buscando siempre nuevas formas de llegar a las personas, especialmente a aquellos que están en las periferias existenciales de nuestra sociedad.

Es importante tener en cuenta que diversas mediciones nos muestran una realidad de pérdida de fe en nuestra población. Según la última Encuesta Nacional Bicentenario –la que venimos realizando desde hace ya casi 20 años–, la adhesión a la religión católica ha seguido disminuyendo en la población en Chile, en particular dentro de los jóvenes. Sin embargo, gran parte de los encuestados cree en Dios, lo que muestra una continuidad en la espiritualidad, un deseo de lo trascendente. Esto también refleja un distanciamiento de las estructuras religiosas tradicionales, por lo que hay un desafío comunicacional muy significativo. En esto, la labor de todos los comunicadores es crucial, ya que debemos llevar la buena nueva a todos los rincones.

El encuentro tuvo muchas instancias de participación, ya que fue pensado como un espacio de aprendizaje y crecimiento mutuo, donde pudimos intercambiar ideas y estrategias para mejorar nuestra labor comunicativa. Fue muy importante la participación activa, poder compartir experiencias y realizar un valioso intercambio. Sin duda, la tarea que tenemos por delante no es sencilla, ya que vivimos en una era de cambios vertiginosos donde la información fluye a una velocidad sin precedentes y donde las narrativas a menudo se distorsionan. En este contexto debemos ser custodios de la verdad, narradores de la esperanza y promotores de una cultura de encuentro. Nuestra voz debe ser clara y profética, capaz de iluminar las realidades complejas con la luz del Evangelio.

Hoy es necesario resaltar el papel crucial que juegan en la actualidad y en particular jugarán en el futuro, las tecnologías de la información en nuestra misión. Las redes sociales, los medios digitales y las plataformas de comunicación nos ofrecen oportunidades sin igual para llegar a una audiencia de diferentes edades y global. Sin embargo, también presentan desafíos éticos y pastorales que debemos abordar con sabiduría y discernimiento. Debemos utilizar estos medios con responsabilidad, siempre al servicio de la verdad, de la ética y del bien común.

Queremos ser un referente en la formación de comunicadores que, inspirados por la fe, trabajen con profesionalismo y ética, contribuyendo al diálogo y a la cohesión social. La invitación es a poder irradiar lo que se ha vivido en estos días con entusiasmo y apertura.

A través de la participación en estos encuentros, nuestra universidad se compromete de manera permanente a seguir apoyando y desarrollando iniciativas que fortalezcan la comunicación de la Iglesia. Queremos ser un referente en la formación de comunicadores que, inspirados por la fe, trabajen con profesionalismo y ética, contribuyendo al diálogo y a la cohesión social. La invitación es a poder irradiar lo que se ha vivido en estos días con entusiasmo y apertura. Aspiramos a que este seminario sea una fuente de inspiración y renovación para todos nosotros. Esperamos que, a través de la experiencia vivida en estas jornadas, podamos salir fortalecidos en nuestra misión, más unidos y comprometidos con la tarea de comunicar el amor de Dios a todos los hombres y mujeres de nuestra sociedad. Queremos que el encuentro con Cristo nos marque en nuestro diario caminar para ir en la senda del evangelio, y que ese mensaje sea la mejor comunicación que podamos entregar en la sociedad actual. Gran desafío y preciosa tarea por desarrollar.

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