Alejandra Fernández Quiroga (ed.)

Eunsa Pamplona, 2023

328 págs.

Nuestra cultura atraviesa un tiempo de crisis en el que se cuestionan aspectos fundamentales de nuestra existencia. Ante la pérdida de la fe y el avance del relativismo, hoy se tiende a no reconocer nada como definitivo. Como consecuencia, se oscurece la verdad sobre el hombre, se pone en duda la bondad de la vida y hay temor al compromiso personal con el otro.

Para los padres y educadores este panorama dificulta su labor a la hora de orientar a los jóvenes. Sin embargo, hay en ellos un anhelo de verdad y esta crisis constituye una oportunidad para plantearse el modo de proponerles algo válido y sólido, que dé sentido a sus vidas y que les permita asumir compromisos sin miedo.

Para los profesores de religión, en particular, este desafío adquiere un sentido de urgencia. Su clase se presenta como un espacio propicio para iluminar estos temas y animar a los jóvenes a llevar una vida más plena. Sin embargo, no es tarea fácil: el clima cultural que impera ha llevado a dejar de valorar a la religión como un punto de referencia importante en la vida. Y en los jóvenes se ha generalizado una fuerte actitud de indiferencia religiosa.

En el aula, el maestro de religión debe lidiar con las dificultades propias de la edad de sus alumnos y a la vez enfrentar este ambiente poco receptivo a su enseñanza. Eso lo lleva a tener que estar muy atento a los desafíos de nuestro tiempo, de modo que pueda discernir lo adecuado y conveniente para formarlos. Y en ese contexto, mantener la fidelidad con Dios y con la Iglesia, y la viva convicción de que lo que enseña resuena en sus corazones.

La enseñanza de la afectividad y la sexualidad es un tema particularmente complejo de ser tratado en la sala de clases. Sin embargo, constituye a la vez una posibilidad de dar luces a los jóvenes sobre la verdad de su propia existencia y de su vocación particular. Este libro, dirigido especialmente a los profesores de religión, toma en cuenta esas dificultades y, bajo la luz del Magisterio de la Iglesia, busca acompañarlos en el desarrollo de esta materia.

Esta obra es iniciativa del Centro para la Enseñanza de la Religión Católica (CER) de la Universidad de los Andes, que brinda apoyo al quehacer educativo de los docentes de religión en el aula, atendiendo a las necesidades y dificultades propias de la disciplina. En ella participaron numerosos académicos que desarrollaron distintas temáticas relacionadas con la antropología de la sexualidad y el amor humano: Antonio Amado, Gonzalo Letelier, Solange Favereau, María Isabel Lemaitre, Nicolás González, Pedro del Río, Klaus Droste, Raúl Ahrens, Manuel Martín, Sebastián Guerra y Alejandra Fernández.

La pretensión de este libro es mostrar, de manera positiva, la diversidad, amplitud y riqueza de la fe cristiana en relación con el plan querido por Dios respecto del varón y la mujer, su relación recíproca y su vocación de amor. Se busca entregar una visión esperanzadora, que muestre las posibilidades de plenitud y realización abiertas por la gracia de Jesucristo, y una pauta que sirva para el diálogo fructífero con los alumnos y otras personas en la situación actual. Por último, aunque no por eso menos importante, se quiere destacar la belleza contenida en estas materias, para que el profesor pueda en riquecer su docencia con una mirada más amplia sobre la naturaleza de su misión y tener la convicción de que hoy sí es posible iluminar a través de su palabra.

Si bien se dan ciertas orientaciones, esta obra no pretende dar una herramienta pedagógica para enfrentar la educación en la sexualidad y el amor humano, ni abarcar todas las aristas posibles. Lo que se busca, en definitiva, es destacar la universalidad de esta materia, sin reducirla meramente a lo moral, orientada bajo la luz de la doctrina cristiana. Este texto quiere ser, también, una invitación a los profesores a conocer de un modo más cercano la mirada iluminadora y esperanzadora del Magisterio de la Iglesia sobre el ser humano.

Alejandra Fernández

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