En los Hechos de los Apóstoles, san Lucas nos muestra a la Iglesia de Jerusalén como el paradigma de toda comunidad cristiana. Los cristianos perseveraban en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, hacían memoria del Señor a través de la fracción del pan, es decir, de la Eucaristía, y dialogaban con Dios en la oración. Los creyentes vivían todos unidos, conscientes del vínculo que los une entre sí como hermanos en Cristo, sintiéndose especialmente llamados a compartir con todos los bienes espirituales y materiales, según la necesidad de cada uno. Así, compartiendo la Palabra de Dios y también el pan, la Iglesia se convierte en fermento de un mundo nuevo, en el que florece la justicia, la solidaridad y la compasión.

El libro de los Hechos añade que los discípulos acudían a diario al templo, partían el pan en las casas y alababan a Dios. En efecto, la liturgia no es un aspecto más de la Iglesia, sino la expresión de su esencia, el lugar donde nos encontramos con el Resucitado y experimentamos su amor.

Por último, san Lucas nos señala que día tras día el Señor iba agregando a los que se iban salvando: la perseverancia de los creyentes en la alianza con Dios y con los hermanos se convierte en una fuente de atracción que fascina y conquista a los demás.


Saludos:

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española  provenientes de España y América Latina. En particular saludo a la Asociación Española de canonistas, en su 50 aniversario, y al grupo de peregrinos de Tlalnepantla, acompañados de su arzobispo Mons. José Antonio Fernández Hurtado. Pidamos al Espíritu Santo para que nuestras comunidades sean acogedorassean solidarias, viviendo la liturgia como encuentro de Dios y con los hermanos. Y yo quiero felicitar a los mexicanos porque son tan acogedores, tan acogedores con los migrantes. Que Dios se lo pague. Gracias.


Fuente: Vaticano

Últimas Publicaciones

El Papa León proclamará este 1 de noviembre a John Henry Newman, Doctor de la Iglesia. Es el número treinta y ocho de una lista de nombres memorables por santidad y sabiduría de Dios. Después del último Concilio fueron incorporadas las primeras cuatro mujeres en esta lista: santa Teresa de Ávila y santa Catalina de Siena (ambas en 1970 por Pablo VI), santa Teresa de Lisieux (por Juan Pablo II en 1997) y santa Hildegarda de Bingen (en 2012 por Benedicto XVI). Benedicto había nombrado a Juan de Ávila en 2012 y Francisco a Gregorio de Narek en 2015 e Ireneo de Lyon en 2022.
Lamentablemente, el 2025 se acerca a su fin y seguimos presenciando como el mundo continúa envuelto en múltiples guerras y conflictos. La Iglesia se hace parte desde la caridad, la presencia y la diplomacia, mientras en paralelo el Papa León va dando pasos en su pontificado. Estos meses hay nuevos santos y beatos, reconocimiento a mártires contemporáneos y muchas celebraciones de distintos motivos jubilares. La Iglesia en Latinoamérica, y especialmente en Chile, también ha estado activa, generando encuentros, propo- niendo acciones y siendo parte de la discusión de temas legislativos.
El domingo 19 de octubre el Papa León XIV proclamó santos a los primeros venezolanos en recibir este honor: la religiosa Carmen Rendiles Martínez y el médico laico José Gregorio Hernández Cisneros. Muchos medios reportan que la ceremonia se vivió con júbilo tanto a lo largo de Venezuela como en las ciudades en que se encuentra concentrada la diáspora venezolana, donde se sucedieron celebraciones con velas y oraciones por el país.
Revistas
Cuadernos
Reseñas
Suscripción
Palabra del Papa
Diario Financiero